sábado, 12 de diciembre de 2009

El Renacimiento de la educación

Hola people!

Como estáis?! Como se prevee la Navidad? Espero que podáis compartirla con las personas que más queráis! =D

Yo me siento como en una nube, últimamente las cosas me van de maravilla, pareja, uni, amig@s y el proyecto.. mi energía estos días está cogiendo más sentido y valor porque empiezo a apreciar para que vale la pena vivir tan intensamente. Quiero ayudar a que las personas sean más libres y sobretodo que tengan más capacidad de ser felices.

El otro día decidimos Espe y yo (mi compañera de proyecto) que podríamos montar un colegio en unos años para acercarnos a este deseo (y a muchos otros).. sé que suena muy alto, pero yo sé que lo vamos a realizar! Os dejo el concepto de lo que queremos conseguir, son palabras de Espe, pero también escritas con mi alma... a ver que os parece! ;)

EL RENACIMIENTO DE LA EDUCACIÓN

El objetivo esencial de nuestro proyecto no es diseñar una nueva escuela sino crear un centro educativo que vaya desde la educación preescolar hasta la formación profesional entendiendo la formación como un proyecto a lo largo de la vida. Y la finalidad no es ofrecer única y exclusivamente las respectivas titulaciones prescritas por la ley, sino devolverle a la educación su verdadero significado: la humanización de las personas. Un renacimiento de la educación en el que el eje central de la felicidad sea el conocimiento y el motor de marcha la experiencia, para lo malo y para lo bueno, junto los demás.

Un centro educativo en el que tanto los alumnos y las alumnas, como los profesionales y el entorno que posibilita su existencia, crean firmemente que el objetivo de la educación no es solamente ofrecer las herramientas para que el individuo pueda adaptarse y desarrollarse en la sociedad en la que habita, sino que sientan la educación como una necesidad intrínseca al ser humano. Que los más pequeños y las más pequeñas se sientan seguros para experimentar sin equivocarse, que los niños y las niñas crean en sus capacidades y sean ellos mismos los encargados de desarrollarlas, que los y las adolescentes identifiquen cual es su papel en la sociedad y qué pueden aportar para mejorarla... Y que todos avancen hacia la superación. Que los que asistan al centro no sientan la necesidad de aprobar curso, sino de aprender; que no piensen que los conocimientos adquiridos son fútiles, sino imprescindibles; que cuando entren no crean estar en una burbuja de irrealidad y conceptualización, sino de verdad y proyectos alcanzables…

Un renacimiento de la educación, decíamos, que no considere el aprendizaje únicamente como un derecho social que impone un sistema basado en una sociedad democrática, sino que sea el aprendizaje la base de la vida, del hacernos humanos en un planeta que pacientemente nos acoge.


Gracias Espe!! Me alegra muchísimo que seas TU mi compañera de viaje en este sueño tan bonito.. Puedes contar conmigo para lo que necesites y sea cuando sea, sé seguro que lo vamos a conseguir! =D

Sigamos trabajando para que el mundo sea más mundo!

lunes, 7 de diciembre de 2009

Don Juan Tenorio

Aquí está Don Juan Tenorio y no hay hombre para él!

Cuando era más pequeño, me encantaban las novelas clásicas de la literatura española. Sé que no era muy normal porque el castellano antiguo muchas veces dificultaba la lectura, pero me pasaba horas y horas leyendo ' La Celestina' , 'El Lazarillo de Tormes', 'La dama del alba' y otros muchos más... no sé, seguramente eran los personajes carismáticos que salían, las historias que eran de tiempos lejanos pero de vidas cercanas, quizás era la poesía a veces, o la narración descriptiva otras, pero la que más me impactó fue 'Don Juan Tenorio'. Más allá del argumento que por el título se puede deducir fácilmente, me cautivó el amor, la picaresca, la guerra dialéctica y la trascendencia que mantenían los diálogos de esta bella historia de José Zorilla. He aquí algún pequeño ejemplo :


Juróme al punto la gente
capitán por más valiente;

juréles yo amistad franca;
pero a la noche siguiente

huí y les dejé sin blanca.
Yo me acordé del refrán
de que quien roba al ladrón

ha cien años de perdón,

y me arrojé a tal desmán
mirando a mi salvación.

Otra de los actos clásicos de la obra, en el que aparece un verso que a tod@s nos suena y que quizás alguna vez hemos pronunciado:
¡Ah! ¿No es verdad, ángel de amor,
que en esta apartada orilla
más pura la luna brilla

y se respira mejor?
Esta aura que vaga, llena
de los sencillos olores

de las campesinas flores
que brota esa orilla amena:
esa agua limpia y serena
que atraviesa sin temor
la barca del pescador
que espera cantando el día,
¿ no es cierto, paloma mía,
que estás respirando amor?